Romancero y romances / Material de apoyo
Llamamos Romancero al conjunto de composiciones de carácter anónimo que se difundieron durante el siglo XV, en Europa.
Estas composiciones, lejos de haberse perdido, continuaron transmitiéndose oralmente y han llegado a nosotros en múltiples variantes.
Los romances son poemas épicos o épico-líricos, casi siempre breves, compuestos originariamente para ser cantados o recitados al son de un instrumento.
Origen de los romances
Aunque hay varias teorías acerca del origen de los romances, parece que éstos están emparentados con la épica y con los cantares gesta. Posiblemente, los romances sean fragmentos de los primitivos cantares épicos, fragmentos, que por su especial carácter, el público pediría al juglar que los repitiese y, más tarde, los memorizarían. A partir de ahí, estos fragmentos irían transmitiéndose oralmente, de generación a generación, con las inevitables variantes. A los primitivos temas épicos se añadirían después temas novelescos, líricos, fronterizos.
Forma de los romances (estructura externa)
Los romances están formados por tiradas de octosílabos (sin un número fijo de versos), con rima asonante en los versos pares, quedando libres los versos impares.
Características de los romances
a) Transmisión oral: por esta razón no conocemos el nombres de los autores que los compusieron (son anónimos), y también, por ello, existen variantes de un mismo romance.
b) Mezcla de narración y diálogo: el diálogo suele introducirse con fórmulas fijas: “Allí habló... bien oiréis lo que dirá”; “Respondióle..., tal respuesta le fue a dar”.
c) Fragmentarismo narrativo: el romance se centra en un momento determinado de la acción, fundamentalmente por su dramatismo, y suele interrumpirse de forma abrupta, algunas veces sin desenlace claro.
d) Sencillez de recursos expresivos: los recursos más frecuentes son las repeticiones, anáforas y paralelismos.
e) Detallismo descriptivo: para que el oyente se haga una idea clara, abundan en los romances minuciosas descripciones de personajes, ropajes...
Clasificación de los romances
Dependiendo del tema que traten, los romances suelen incluirse en uno de los siguientes grupos:
a) Romances de tema épico-nacional: se inspiran en hechos y personajes de la poesía épica: don Rodrigo y la pérdida de España; el Cid; los Infantes de Lara, Fernán González o el legendario Bernardo del Carpio.
b) Romances de tema épico francés (también conocidos como “heroicos”) : tratan sobre la figura de Carlomagno, Roldán y otros caballeros franceses.
c) Romances fronterizos: suponen el antecedente de la novela morisca, que estudiarás más adelante. Tratan sobre la figura de personajes musulmanes a los que se adorna con las mejores características de los personajes cristianos de la época.
d) Romances líricos y novelescos: perdido ya el fondo histórico, los romances comenzaron a desarrollar temas sentimentales, amorosos o caballerescos, donde lo que sobresalen son los sentimientos universales.
Trascendencia de los romances
Aunque fueron cultivados fundamentalmente en la Edad Media (especialmente en el siglo XIV, de donde surgiría el llamado "Romancero Viejo"), volvieron a retomarse en el siglo XVII y durante el Romanticismo (siglo XIX), aunque introduciendo variantes métricas. Poetas tan importantes del siglo XX como Rafael Alberti, Federico García Lorca o Gerardo Diego los compusieron, asimismo, inspirándose en aquellos más antiguos.
Principales divulgadores de los romances: juglares y trovadores
Estos hombres, siempre errantes, eran el vehículo principal de la poesía medieval en las distintas lenguas europeas (también conocidas como lenguas “vulgares” o “romances”, derivadas del latín: provenzal, francés, castellano, gallego, catalán, italiano, inglés, alemán). En realidad, los trovadores, encomendaban a los juglares la divulgación de sus composiciones. La poesía estaba muy relacionada con la música, por lo tanto el trovador era el autor de la letra y música .
Ciertamente, el trovador gozaba de una condición social más elevada que la del juglar, mas a pesar de ello los rasgos distintivos entre juglares y trovadores son a veces borrosos.
Durante la Edad Media , la mayoría de la población era analfabeta; por lo tanto, no existía la literatura como entretenimiento, ni los lectores eran usuales. Lo normal era que desde reyes, a servios, encontraran su forma de esparcirse en los juglares. Éstos no eran solamente los que interpretaban los textos o poemas de los trovadores, sino que también, eran una pequeña parte de gente que se dedicaban a distraer el hombre medieval.
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